No hay instante sin milagro

No hay instante sin milagro

von: Pedro Calderón de la Barca

Linkgua, 2010

ISBN: 9788499533582 , 76 Seiten

Format: ePUB

Kopierschutz: DRM

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Preis: 0,99 EUR

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No hay instante sin milagro


 

No hay instante sin milagro es un auto sacramental alegórico escrito por el dramaturgo español Pedro Calderón de la Barca. Este auto forma parte de su obra teatral y se caracteriza por su contenido religioso y simbólico. En los autos sacramentales, Calderón de la Barca exploraba temas religiosos y espirituales, utilizando personajes alegóricos y simbólicos para transmitir mensajes morales y teológicos. En No hay instante sin milagro, el autor aborda la idea de que la divinidad y lo sagrado pueden manifestarse en cualquier momento y lugar, destacando la presencia de lo sobrenatural en la vida cotidiana. A través de un lenguaje poético y simbólico, Calderón de la Barca invita al espectador a reflexionar sobre la presencia de lo divino en el mundo y a considerar la posibilidad de que cada momento de la vida sea una manifestación de lo milagroso. Este auto sacramental es solo una muestra más del talento y la profundidad literaria de Calderón de la Barca, quien se destacó como uno de los principales dramaturgos del Siglo de Oro español y dejó un legado significativo en la literatura teatral de su tiempo. Sus obras continúan siendo apreciadas y estudiadas en la actualidad.

Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1600-1681) Calderón de la Barca nació el 17 de enero de 1600, en Madrid, como segundo de cinco hermanos, en el seno de una familia de mediana hidalguía procedente de las montañas cántabras. Su padre fue escribano del Consejo y Contaduría Mayor de Hacienda. La madre murió en 1610 y el padre en 1615. Al parecer, su padre había dejado como voluntad y requisito para que Pedro y sus hermanos heredaran el que siguieran las carreras que él había marcado; a Calderón le estaba destinada la de sacerdote. Al igual que Lope de Vega, Quevedo y otros literatos, Calderón cursó estudios en el madrileño colegio Imperial de los jesuitas (hasta 1613), y los continuó en las universidades de Alcalá de Henares y Salamanca (hasta 1620), donde, quizá por la exigencia paterna, estudió teología, pero también lógica, retórica, historia y derecho natural y político. Su bagaje cultural era muy amplio, tocado por la escolástica y las ideas existencialistas agustinianas. Calderón vivió tres reinados (con Felipe III, Felipe IV y Carlos II) durante los cuales se fue desintegrando el poder español y el país quedó cada vez más aislado del escenario internacional, sobre todo a partir de la pérdida de Flandes por la paz de Westfalia, en 1648. Pero no fue tanto así en la creación literaria, ya que Calderón vivió de lleno el Siglo de Oro español, tan prolífico y rico en cuanto a las artes. Hacia 1620, los hermanos Calderón debieron resolver un litigio relativo a la herencia con la segunda mujer de su padre. Ese mismo año, Calderón de la Barca abandonaría los estudios religiosos e iniciaría sus primeras tentativas literarias con la poesía. Así, participó como poeta en varios certámenes y justas, pero pronto descubriría su atracción por la 'comedia nueva' de Lope de Vega, quien debió despertar su fascinación por el teatro. Calderón desarrollaría la mitad de su producción paralelamente al ascenso del valido conde-duque de Olivares (entre 1621 y 1643), protector de artistas y literatos. Su bautismo teatral se produce, en 1623, con la obra Amor, honor y poder. Calderón realizará algunos viajes por Flandes e Italia, entre 1623 y 1625, como secretario del duque de Frías. Después, será asiduo escritor de obras para la Corte y para los corrales de comedias. Su prestigio en la Corte fue aumentando, y Felipe IV le otorgó el ingreso como caballero de la orden de Santiago, hacia 1637. También debió vivir algunos episodios oscuros, como una acusación por violar, junto a su hermano, la clausura de un convento de trinitarias, tema del que no se sabe a ciencia cierta la verdad. Por otro lado, su buena relación con Lope de Vega debió enfriarse hacia 1629, aunque tampoco hay datos fiables sobre los motivos. Se habla de un extraño incidente: un hermano de Calderón fue agredido y, éste al perseguir al atacante, entró en un convento donde vivía como monja la hija de Lope.