Tanto vales cuanto tienes

Tanto vales cuanto tienes

von: Angel Saavedra. Duque de Rivas

Linkgua, 2010

ISBN: 9788498975369 , 202 Seiten

Format: ePUB

Kopierschutz: DRM

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Preis: 2,99 EUR

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Tanto vales cuanto tienes


 

Acto II


Escena I


Doña Rufina y Ana,con un plumero en la mano limpiándolo todo

Doña Rufina¿Está todo colocado...?

¿Las cortinas están ya?

AnaSí, señora; todo está

muy limpio y muy arreglado.

Doña RufinaA la señorita llama.

¿Qué hace ahora?

Ana Yo no sé.

En la alcoba pienso que

estará haciendo la cama.

Doña RufinaQue venga aquí.

Ana (Corriendo a la izquierda.)

Señorita.

Doña Paquita (Dentro.)

Ya voy... ¿Qué se ofrece?

Doña Rufina Ana.

¿pusiste la palangana?

AnaTodo está listo.

Doña Rufina (En voz alta.)

¡Paquita!

Doña Paquita (Dentro.)

¡Mamá!

Doña Rufina Ven pronto, mujer.

Escena II


Las mismas y Doña Paquita

Doña Paquita¿Qué manda usted?

Doña Rufina ¿Así estás?

¿Por qué a vestirte no vas?

Doña PaquitaComo aun hay tanto que hacer..,

Doña RufinaPonte el vestido mejor,

y no olvides el collar.

Doña Paquita¿Cómo se me ha de olvidar?

Doña RufinaAnda, vete al tocador

Escena III


Doña Rufina y Ana

Doña Rufina¡Jesús, cuánto tarda Alberto!

¿La plata no la han traído...?

AnaNo. señora.

Doña Rufina ¿Ni han venido

los lacayos?

Ana No, por cierto.

Doña RufinaA la puerta están llamando...

El repostero será...

Corre a verlo.

Ana Voy allá.

Doña RufinaPues ¿qué aguardas?

Ana (Suelta el plumero.)

Voy volando.

(Vase.)

Escena IV


Doña Rufina, sola

Doña RufinaVaya..., parece un sueño. ¡Qué alegría!

¿Quién tal fortuna ha un mes pensar pudiera?

¡Trescientos mil! ¡Pues es una friolera!

De que todas me envidien llegó el día.

¿Y aquel vil tenderillo pretendía

conmigo emparentar? ¡Lindo estuviera!

Marcho al punto a Madrid, y la primera

figura voy a hacer, ¿por vida mía!

Comprará luego un título mi hermano,

pretenderá el toisón, un regimiento

para Miguel... Y yo..., la banda; es llano.

Un duque o un príncipe al momento

de mi Paquita pedirá la mano,

No sé cómo de gozo no reviento.

Escena V


Doña Rufina, Ana y dos mandaderos, cada uno con una gran batea cubierta con una servilleta: en una, platos y cubiertos de plata; en otra, vasos, copas, botellas y mantelería

AnaSeñora, ya están aquí

los mozos del repostero.

Doña RufinaBien; mas veamos primero

si viene lo que pedí.

(Reconoce una batea.)

Ana¡Ay qué plata tan hermosa!

Si fuera nuestra... ¡Ojalá!

Doña RufinaPronto tu ama la tendrá

de más peso y más costosa.

Platos de oro he de tener

con que a duques, a señores,

príncipes y embajadores

dar en Madrid de comer.

Ana¡Qué, señora!, ¿a Madrid vamos...?

¡Qué gusto si pronto fuera!

Doña Rufina (Con mucha gravedad.)

Las gentes de nuestra esfera

bien sólo en la corte estamos.

Ana (Reconociendo la otra batea.)

Los manteles y el cristal,

aquí vienen.

Doña Rufina (Después de mirarlo todo.)

Guarda todo,

que de servir luego el modo

te diré a ti y a Pascual.

(Vanse Ana y los mozos.)

Escena VI


Doña Rufina, Don Alberto, Perico y Faco, cada uno con un lío de ropa

Don AlbertoLa ropa tienes ahí,

y éstos los lacayos son.

Tú que se vistan dispón.

Doña Rufina¿Y la fonda?

Don Alberto Ya pedí

una abundante comida,

que al momento en que avisemos

aquí en casa la tendremos

con todo primor servida.

Doña Rufina¿Y tu uniforme?

Don Alberto Ahí está.

Doña Rufina (Desata el lío que le ha señalado don Alberto, y saca un uniforme bordado de plata.)

Tómalo y vete a vestir,

que no tardará en venir

nuestro hermano.

Don Alberto (Tomando el uniforme.)

Voy allá.

(Vase.)

Escena VII


Doña Rufina, Perico y Faco

Doña Rufina (Desata el otro envoltorio y saca dos libreas ridículas.)

Estas librea tened;

(Registrándolas.)las mejores de Sevilla.

Mas, ¡ay Jesús!, la polilla

cuál me las ha puesto... Ved.

Pero no importa. Por hoy

así servirán. Mañana,

de la más hermosa grana

otras dos a encargar voy.

(Perico toma una casaca y Faco otra.)

¿Cómo te llamas tú? Di.

PericoYo, Perico.

Faco Y Faco yo.

Doña Rufina¿Y habéis servido?

Perico Yo no.

FacoNi yo tampoco serví.

Doña RufinaMejor. En casa ha de ser

sólo vuestra obligación

cerrar y abrir el portón,

servir la mesa y barrer,

encender los reverberos,

ser muy limpios y callados,

ir a la calle a recados

y cuidar de los braseros,

y principalmente dar

a toditos señoría.

Ni de noche ni de día

esto se os ha de olvidar.

PericoMuy bien está, señora ama.

¿Y el salario cuánto es?

Doña RufinaSerá... tres duros al mes,

con comida, ropa y cama.

Perico y

FacoEstamos listos.

Doña Rufina Ahora

lavaros muy bien podéis

y la librea os pondréis.

Perico y

FacoEstá bien.

Doña Rufina Ana.

Escena VIII


Los mismos y Ana

Faco Señora.

Doña RufinaMientras me voy a vestir

no te descuides, ¡por Dios!

Que se limpien estos dos

y enséñalos a servir.

(Vase.)

Escena IX


Perico, Faco y Ana

Ana¡Buena gente va acudiendo!

Venid, pues, a la cocina.

PericoSi usía nos encamina...

FacoSi usía...

Ana (Sorprendida.)

¿Qué estáis diciendo?

Perico y

FacoQue usía...

Ana (Con enfado.)

¿Os burláis de mí?

¡Por Dios, medrados estamos!

En muy mal pie comenzamos,

y si imagináis que así...

PericoPues ¿qué...?

Faco ¿Ofendemos a usía?

Ana¿Cómo...? ¡Bellacos!...

Perico y

Faco ¡Señora!

Ana¿Venís con burlas ahora...?

¡Infames!... ¡Por vida mía...!

PericoPues nosotros, ¿qué decimos?

Faco¿Por ventura la ofendemos?

PericoSólo con lo que debemos

exactamente cumplimos.

Ana (Sofocada.)

¿Señoría a mí?

Perico Pues no.

FacoQue tratáramos así

a cuantos están aquí

la señora nos mandó.

Ana (Convirtiendo el enfado en risa.),

Bestias, tan sólo a los...