Vida

von: Heinrich Seuse, Blanca Garí

Ediciones Siruela, 2013

ISBN: 9788415937890 , 260 Seiten

Format: ePUB

Kopierschutz: Wasserzeichen

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Preis: 9,99 EUR

Mehr zum Inhalt

Vida


 

Introducción


Heinrich Seuse (c. 1295-1366) llevó a cabo en los últimos años de su vida la escritura y compilación en un único volumen de una parte importante de sus escritos en alto alemán medio con el objetivo explícito de dejar para la posteridad una versión autorizada de los mismos.A este trabajo de madurez, Seuse le dio el nombre, cargado de significados polivalentes, de Ejemplar1. El Ejemplar está compuesto por un prólogo y cuatro libros dispuestos en orden no cronológico: el primero es el libro que se conoce comúnmente como la Vida, aunque en varios de los manuscritos medievales carece de título y en otros simplemente encabeza el texto la frase «Aquí empieza la primera parte de este libro que se llama Der Súse»; acabado de escribir en los años de su vejez, se narra en él en tercera persona la vida del «Servidor de la eterna Sabiduría», que se identifica, como álter ego literario, con el propio Seuse. El segundo libro lleva por título Pequeño libro de la eterna Sabiduría; se trata de un texto escrito hacia 1330 en el que Seuse, partiendo de la revelación de cien meditaciones durante la contemplación de un crucifijo, enseña a lo largo de sus páginas a con-formarse con la pasión de Cristo y la compasión de María a través de un diálogo entre la eterna Sabiduría y el Servidor, nombre con el que, también aquí, el autor se refiere a sí mismo. El tercer libro es el Pequeño libro de la Verdad, obra en la que Seuse defiende, en el ambiente tenso de los años del proceso contra Eckhart (1327-1329), las tesis del que fuera su maestro en Colonia; tesis –dicemaltratadas a veces por personas, ignorantes aunque espirituales, que las han malinterpretado.Y finalmente cierra el Ejemplar un cuarto libro, el Pequeño libro de las cartas, donde se recoge una selección reelaborada de la correspondencia que Seuse había mantenido con –entre otras mujeres– la religiosa del convento de dominicas de Töss, Elsbet Stagel, quien las compiló en lo que se conoce como el Gran libro de las cartas. Al margen del Ejemplar y las Cartas conservamos únicamente dos sermones de probada autenticidad y, sobre todo, la versión latina del Pequeño libro de la eterna Sabiduría, el Horologium Sapientiae, que alcanzará cotas de difusión extraordinarias al final de la Edad Media y en la Europa Moderna2.

Si queremos indagar en la figura de Heinrich Seuse hemos de acudir necesariamente a las informaciones que nos ofrecen estos textos. Todo cuanto hoy sabemos de la vida de este predicador de Constanza, discípulo de Eckhart, procede, con práctica exclusividad, de lo que dice de sí mismo en sus escritos, a los que solo podemos añadir las menciones que de él o de su obra hace Heinrich von Nördlingen en sus cartas a Margaretha Ebner y algunas noticias procedentes de fechas posteriores a su muerte3; el perfil que se trace de su figura depende pues casi por completo de la interpretación que se haga de sus textos y del grado de literalidad que se le otorgue al juego de identificación/diferencia entre el fraile predicador Heinrich Seuse y el principal personaje de algunas de sus obras: el también fraile predicador que se hace llamar Servidor de la eterna Sabiduría4.

Según estas fuentes de información, y particularmente según los datos biográficos que nos proporciona la Vida, Heinrich Seuse nació probablemente en Constanza, quizás en Überlingen, el 21 de marzo, día de San Benito, entre 1295 y 1297. Hijo de Heinrich von Berg, miembro del patriciado de Meersburg o Thurgau, y de una devota mujer nacida en Überlingen del linaje de Sus o Süs, abandonó el nombre paterno para tomar el del linaje de su madre5; de ahí que hoy lo conozcamos como Heinrich Seuse6. A la edad canónicamente ilegal de trece años entró en la orden dominica en el convento de St. Nikolaus auf der Insel en Constanza, circunstancia que, según la Vida, le llevó a pensar durante años que una donación simoniaca de sus padres al convento había permitido o facilitado su entrada; habiéndole confiado estos escrúpulos al Maestro Eckhart, este le liberó de ellos. El «Prólogo» de la Vida cuenta que tras cinco años de vida monástica tuvo una experiencia de conversión que le llevó a optar por una vida espiritual más profunda. Siguiendo la organización tradicional de los estudios en su Orden, Seuse se formó durante los primeros años en St. Nikolaus, donde tras el noviciado profesó como monje y se inició en las disciplinas propias de la espiritualidad de los Predicadores7; después fue enviado a estudiar filosofía y teología, entre 1319 y 1321 probablemente, al convento de los dominicos de Estrasburgo, y finalmente, hacia 1323, llegó, para proseguir sus estudios, al Studium Generale de Colonia, centro de la vida intelectual dominica de su tiempo y donde enseñaba por entonces el Maestro Eckhart. Seuse deja constancia en su obra de su devoción por el famoso maestro, que en la Vida se le aparece al Servidor después de muerto y al que este se refiere en diversas ocasiones con los apelativos de «bienaventurado» y «santo». En 1327 regresó al convento de Constanza y ejerció la función de lector, enseñando a sus hermanos y siendo el responsable de la formación en el convento. Es en los años siguientes, los mismos en los que tiene lugar el proceso contra Eckhart, muerto en 1328 antes de la condena de 1329, cuando Seuse escribe el Pequeño libro de la Verdad en defensa de las ideas del maestro. Hacia 1330 parece ser que este libro, y posiblemente el Pequeño Libro de la eterna Sabiduría, recién escrito, fueron denunciados en el interior de la Orden y Seuse fue llamado a rendir cuentas ante el Capítulo General, probablemente el de Maastrich de 1330.Todo da a entender que fue a tenor de este proceso cuando, aunque exculpado, fue relevado del cargo de lector. Durante los años siguientes compuso su Horologium Sapientiae, una versión latina del texto del Pequeño libro de la eterna Sabiduría reelaborada en clave más erudita y dirigida probablemente a los hermanos de la Orden; el libro, dedicado a Hugo de Vaucemain como general de la Orden (lo era desde 1333), es mencionado también en una carta de Heinrich von Nördlingen a Margaretha Ebner fechada el 21 de diciembre de 1339, en la que afirma estar en posesión de un ejemplar que pertenece a Tauler y le promete hacérselo llegar para que sea copiado en el convento8. Fueron estos, según narra la Vida, años de reclusión espiritual y de dura práctica ascética. En todo caso, la Vida sitúa por entonces (hacia 13351337) un suceso de primordial carga simbólica que le llevó a abandonar la ascesis corporal autoimpuesta para sustituirla por una práctica espiritual más elevada que gira en torno al abandono espiritual o gelassenheit como camino superior y verdadero hacia la perfección. El episodio, que recuerda pasajes de las Vitae Patrum, las vidas de los padres del desierto, narra en términos claramente simbólicos una escena en la que el Servidor, a los cuarenta años y después de una larga y ardua búsqueda espiritual, hallándose sentado ante la ventana de su celda, contempla el juego de un perro con un trapo y comprende súbitamente que el verdadero abandono se asemeja a ese pedazo de tela que se deja zarandear sin oponer resistencia, y baja entonces al claustro a recoger ese trapo que guardará consigo el resto de su existencia9. El suceso marca también un cambio en su trayectoria de vida, llevándole al abandono definitivo de toda carrera académica pero también de la reclusión conventual cuasieremítica en la que había vivido, dedicándose a partir de entonces a los viajes de predicación y muy especialmente a la cura monialium y la guía espiritual de mujeres, monjas y beguinas. Fue precisamente en el marco de esa práctica espiritual, y de sus visitas a algunos de los conventos femeninos que caían bajo la jurisdicción de Constanza –Katharinental, Ötenbach, Adelhausen, Unterlinden y Töss–, como entró en contacto con Elsbet Stagel, quien, procedente de una familia aristocrática de Zúrich, había ingresado en el convento de dominicas de Töss. Elsbet, una religiosa culta, coautora del Schwesterbuch de Töss10, había leído, según se desprende de la Vida, o al menos conocido ya de muy joven, los escritos del Maestro Eckhart; desde los años treinta, Elsbet destaca entre el grupo de discípulas y discípulos de Seuse, al que le unió una estrecha amistad espiritual representativa del diálogo entre los sexos característico del misticismo tardomedieval11. Durante las aproximadamente dos décadas que duró la relación espiritual y la colaboración entre Elsbet y Seuse, hasta la muerte de esta en 1360, Elsbet recopiló, al parecer, material sobre Seuse, es decir, no solo compiló cuidadosamente sus cartas en el llamado Gran libro de las cartas y tradujo del latín al alemán rimado algunas de las máximas procedentes de las pinturas de los muros de la capilla de Seuse12, sino que, según narran en diferentes momentos el prólogo y el texto de la Vida, recogió por escrito las confidencias de su maestro acerca de su propia vida espiritual y también sus enseñanzas; un material que habría de constituir más tarde la base del primer libro del Ejemplar. Seuse, que entrados los años treinta o quizás en 1340 fue elegido prior del convento de Constanza, hubo de vivir asimismo los años convulsos política, social y económicamente que asolaron por entonces...