Breve Historia de los Incas

von: Patricia Temoche Cortez

Nowtilus - Tombooktu, 2010

ISBN: 9788497634434 , 352 Seiten

Format: ePUB

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Preis: 8,99 EUR

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Breve Historia de los Incas


 

 

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El Tahuantinsuyu

A inicios del siglo XV la historia de los Andes presentó serios cambios que se reflejaron en el fortalecimiento de grupos étnicos localizados de manera dispersa por la región costeña y andina del actual Perú. Muchos de estos grupos fueron los sobrevivientes de sociedades regionales que se extinguieron o se incorporaron a nuevos desarrollos locales. Fueron los llamados Señoríos. Los chimú localizados en el norte costeño, los chinchanos en la costa central, los huancas en la región central andina y los lupacas en el sector sudeste andino son considerados por los investigadores como parte de las civilizaciones regionales de mayor dominio económico, político y religioso.

Los chancas poblaron inicialmente la región cercana al río Pampas, en el territorio conocido como Chucurpu, al oeste del actual departamento de Huancavelica. Ellos hacían llamar a la laguna Choclococha su pacarisca y regresaban a visitarla en caravanas como medio de culto y tradición. La geografía de la región determinó el comportamiento de sus pobladores. El relieve accidentado, la variedad climática la escasez de recursos naturales influyeron en el carácter aguerrido, desafiante y militarista de los pobladores Chancas.

El gobierno de Inca Roca coincidió con uno de los primeros avances territoriales de este grupo hacia el territorio de los quechuas en Andahuaylas. Por esta vez el Inca logró una victoria y provocó la retirada de los invasores. Años después, los aguerridos campesinos se asentaron y ocuparon el territorio perdido y decidieron iniciar una política de expansión territorial. La escasez de recursos y el interés por ocupar nuevas tierras exigió a sus dirigentes iniciar uno de los intentos de invasión más violentos de la época. A inicios del siglo XV el avance de los ayllus chancas se extendió a todos los curacazgos de los departamentos peruanos actuales de Ayacucho, Apurímac y Arequipa. Entre los años 1430 a 1440 se prepararon para un avance hacia el territorio de los ayarmacas y enseguida continuar con la ocupación territorial por la región de la meseta altiplánica y así dar ocupación de los pueblos collas y lupacas. La estrategia militar consistió en la formación de tres líneas de ejército de las cuales dos se dirigieron hacia el territorio sur y la tercera hacia el Cusco.

El momento era oportuno. Viracocha había decidido descansar en su residencia cercana de Calca y confió el poder político a su hijo Inca Urco. Los orejones exigieron que fuera convocado para el cargo otro de los hijos conocido como Cusi Yupanqui, pero la decisión del padre estaba tomada. Se esperaba lo peor. La inmadurez e ineptitud del joven lo llevó a dedicarse a actividades muy distintas a su labor de gobernante. No sospechó que los placeres y vicios lo acompañarían durante poco tiempo. Los chancas dirigidos por sus generales Tumay Huaraca y Astu Huaraca y acompañados de la momia de su fundador llamado Uscovilca se acercaron cada vez más a los límites de la llacta cusqueña. Solo esperaban. Esta difícil situación obligó a Viracocha e hijo a tomar una decisión drástica, la cobarde fuga hacia las afueras del Cusco. La ciudad quedó huérfana de sus principales líderes políticos. Sin embargo, la historia ha demostrado que en los momentos más difíciles en la vida de los pueblos aparecen los verdaderos héroes.

El joven Cusi Yupanqui, enterado de la eminente ocupación Chanca, decidió regresar a la ciudad desde su destierro en la región de Sursupuquio. Llegado al Cusco es recibido con algarabía por los orejones y el pueblo que lo reclama como gobernante. Se dice que la mejor defensa es el ataque, así lo entendió e inició una ofensiva militar a través del reclutamiento obligatorio de hombres adultos. Este servicio es conocido como mita militar. Solicitó el auxilio y defensa de los curacas de los pueblos vecinos a cambio de la entrega de botines de guerra, tie rras y mujeres. Lo que sea. El temor a los guerreros Chancas y la falta de confianza hacia el joven Cusi determinó el poco interés y apoyo hacia la causa. Además Viracocha que se encontraba en el territorio de Chita había establecido una sumisión ante el enviado del ejército invasor. Solo los canas y canchis decidieron participar como aliados.

Claro, estos grupos aventureros que se caracterizaron por ser excelentes guerreros no dudaron en poner a prueba su capacidad militar ante los llamados bravos enemigos. Des pués de dos meses de espera se inició el ata que. La primera batalla fue en la misma ciudad del Cusco. Una lucha cuerpo a cuerpo enfrentó a dos pue blos que buscaron convertirse en el Señorío más importante de la región. Los invasores no esperaron una resistencia tan indomable por parte de los cusqueños. Pero estos no esperaban un ata que tan prolongado. ¿Hasta cuándo resistirían? La imaginación popular participó narrando una historia inu sual.

El sacerdote principal del Inticancha, desesperado por la difícil situación de su gente, decidió colocar en forma de largas hileras grandes piedras unidas a armas que simulasen a la di stancia ser soldados. El dios Viracocha emocionado y orgulloso de la actitud desa fiante de su sacerdote decidió participar en la contienda. Convirtió a las piedras inertes en valientes sol dados que se lanzaron al ataque. Cusi Yupanqui animado avanzó con su gente hacia la ubicación del ejército enemigo y logró capturar a su ídolo Uscovilca. Solo quedó a los chancas huir y refugiarse en el territorio de Ichubamba. Las piedras quedaron impregnadas en el lugar y fueron consideradas huacas o lugares de culto conocidos como pururaucas. La alegría des bordó al pueblo cusqueño. Los jefes étnicos que observaron la contienda se rindieron ante el salvador y sus huestes victoriosas.

Cusi Yupanqui, acompañado de sus principales allegados, dirigió una comitiva hacia el refugio de su padre que tenía que cumplir con el ritual guerrero de victoria. Consistía en dar pisadas a los botines de guerra del pueblo vencido. El anciano gobernante desestimó la visita y exigió que Inca Urco asumiese de nuevo el control del Cusco. La difícil situación entre padre e hijo no daba para más. Cusi Yupanqui decidió regresar a la ciudad capital y asumió una posición de defensa del territorio que por derecho adquirido era suyo. Es difícil creer que exista un enfrentamiento entre hermanos pero ocurrió. El ejército de Inca Urco organizó un ataque improvisado hacia la llacta cusqueña que no prosperó. Las fuerzas de los soldados de nuestro ya maduro héroe salieron victoriosas. La muerte de su hermano menor lo entristeció por un lado pero a la vez aseguró legalidad suficiente para convertirlo en el próximo gobernante cusqueño.

Aunque fueron humillados los chancas no aceptaron la derrota y provocaron un se gundo ataque que terminó con la muerte de sus principales generales Tumay Huaraca y Astu Huaraca. El futuro Inca utilizó por mucho tiem po sus cabezas como trofeo de guerra. Había sido derrotado el Señorío más temido de los Andes del sur. La política de las alianzas empezó a darse de manera inversa, eran los curacas vecinos que buscaron congratularse con el Inca. A mediados del siglo XV el Cusco era respetado.

PACHACÚTEC,
EL
ALEJANDRO MAGNO DEL SUR

La ceremonia de ascenso al poder siempre ha sido un ritual importante en cualquier sociedad y época de la Historia. En el caso de Cusi Yupanqui la situación no fue diferente. La ciudad del Cusco participó de los preparativos para el ascenso de su nuevo Inca. Las calles fueron decoradas de manera vistosa e igualmente los techos de las casas que lucieron hermosos con plumas de aves exóticas. Llegaron niños de distintos lugares para participar en una ceremonia que se convirtió en obligatoria, la Capacocha. Los días previos la ciudad recibió a una comitiva de curacas provenientes de señoríos y curacazgos vecinos. Llegaron con una infinidad de obsequios pocas veces vistos en la ciudad. Una comitiva recibió a Viracocha que resignado tuvo que participar de la recepción. Todo estaba preparado.

Durante la ceremonia en el Inticanchi el futuro gobernante decidió que se conociera su nuevo nombre, era Pachacútec. Existen varias traducciones, pero nos quedamos con el de “el que transforma la tierra”. Ese mismo día que recibió la mascaypacha se casó con Mama Anar huaque, mujer inteligente y valiente que era hija del señor de Choco. Las fiestas se prolongaron durante varios días y participaron los sectores del Hanan y Urin cusqueño. Todos fueron observadores del nacimiento de una nueva panaca conocida como Hatun Ayllu.

La política expansionista caracterizó su gobierno. Era hora de que el avance militar...