Breve historia de Gengis Kan y el pueblo mongol

von: Borja Pelegero Alcaide

Nowtilus - Tombooktu, 2010

ISBN: 9788497637787 , 256 Seiten

Format: ePUB

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Preis: 7,99 EUR

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Breve historia de Gengis Kan y el pueblo mongol


 

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La vida en el mar de hierba:
antropología del
pastoreo nómada

Para las sociedades sedentarias del continente euroasiático, los nómadas de la estepa y su peculiar estilo de vida han representado a menudo el arquetipo de la diferencia, el opuesto absoluto a la concepción de la vida de los agricultores y de los habitantes de las ciu dades. La radical diferencia existente entre las sociedades nómadas y las sedentarias, junto con las frecuentes agresiones de los pastores nómadas, motivaron la aparición entre los autores sedentarios de una visión profundamente negativa de sus vecinos de la estepa. Esta alcanzó, quizás, su máxima expresión en el caso de los diferentes imperios chinos, para los cuales los pastores nómadas de la estepa representaron el arquetipo del «bárbaro», como símbolo de todo lo opuesto a su modo de vida «civilizado».

Desde finales de la Edad Moderna, una nueva visión ha venido a sumarse y en la práctica a sustituir a la anterior, de mano de los fascinados relatos de los diferentes viajeros que se internaron en la estepa. Esta nueva imagen, que podríamos calificar de romántica, presenta a los nómadas como espíritus libres, emancipados de las trabas impuestas por la civilización y viviendo una vida sin ataduras. Aunque esta segunda visión abandona muchos de los prejuicios de la anterior, lo cierto es que acaba encasillando a los nómadas en el cliché del «buen salvaje», que en cierta manera es tan falso como el del «bárbaro».

Niños mongoles ejercitándose en la monta del caballo. La información recogida por los antropólogos entre las menguantes poblaciones de pastores nómadas de la estepa ha sido de vital importancia para comprender su peculiar estilo de vida y el de sus predecesores medievales y antiguos.

Afortunadamente, más de un siglo de trabajo de campo antropológico nos ha proporcionado la información y los modelos teóricos para interpretar a los nómadas, de hoy y de ayer, en sus diversos contextos ecológicos, económicos, políticos y sociales. El presente ca pí tulo pretende mostrar al lector una visión general del no madismo pastoral que, debido al amplio periodo temporal y al enorme ámbito geográfico que abarca y a su propio carácter introductorio, simplifica groseramente un tema que merecería ocupar, como mínimo, toda la extensión de la presente obra. Utilizaremos en este capítulo mayoritariamente el tiempo verbal presente, ya que el origen de la información que contiene procede en su mayor parte de observaciones antropológicas contemporáneas. Pero como estas se han contrastado con datos procedentes de las fuentes históricas y la arqueología, son válidas para los pastores nómadas del mundo antiguo, medieval, moderno y contemporáneo.

LOS ORÍGENES DEL NOMADISMO PASTORAL

Hasta hace unas décadas, se consideraba al nomadismo pastoral como una fase intermedia del desarrollo de la humanidad, que habría servido de puente entre el primitivo estadio de caza y recolección y el de la agricultura sedentaria, o lo que es lo mismo, que los primeros grupos humanos habrían sido cazadores-recolectores, después habrían aparecido los pastores nómadas y por último algunos de estos se habrían sedentarizado adoptando la agricultura como modo de vida. Ac tual mente, esta visión está completamente descartada ya que, gracias a la arqueología, conocemos la fecha de aparición de los diferentes modelos de economía y, efectivamente, los primeros grupos humanos, incluyendo las diversas especies de homínidos que precedieron al hombre moderno, se dedicaron exclusivamente a la caza y recolección durante varios centenares de milenios. Pero el siguiente sistema de subsistencia que se adoptó no fue el nomadismo pastoral, sino la agricultura, gracias a la revolución neolítica, que se produjo entre el IX y el III milenio a. C., según la zona del planeta. Finalmente, y en un momento muy posterior a la adopción de la agricultura, hizo su aparición el estilo de vida basado en el nomadismo pastoral.

Alrededor del siglo X a. C. se documenta arqueológicamente la aparición en las estepas europeas y kazajas de una serie de culturas que presentaban restos inequívocos de monta del caballo y nomadismo, aunque el primer pueblo de pastores nómadas no es mencionado en las fuentes históricas de los estados sedentarios del Oriente Próximo hasta el año 714 a. C. en que los anales asirios mencionan por primera vez a los cimerios.

Muchacho ordeñando una oveja. Detalle de un collar de oro escita, hallado en Tovsta Mohyla, Ucrania, del siglo IV a. C. Esta escena, que se repite en los campamentos de pastores nómadas actuales, nos recuerda que la esencia del pastoreo nómada ha permanecido inalterada durante tres milenios.

Desde el extremo occidental de la estepa, el nomadismo pastoral se fue difundiendo hacia el este, apareciendo los primeros nómadas en las estepas del norte de China en el transcurso del siglo IV a. C. No parece que haya que responsabilizar de este proceso a la migración de un único pueblo nómada, sino que se produjo, más bien, por la adopción de este nuevo estilo de vida por las poblaciones que ya habitaban la estepa: diversos tipos de cazadores-recolectores y agricultores limitados a los oasis y ribas de los ríos que la cruzaban.

Por otra parte, esta cronología en la que la agricultura precede en varios milenios al nomadismo pastoral es coherente con las más recientes investigaciones que demuestran, como veremos más adelante, la profunda dependencia que han tenido los pastores nómadas de las civilizaciones de agricultores sedentarios y, en consecuencia, la imposibilidad de que el pastoreo nómada haya precedido cronológicamente a la agricultura. En cualquier caso, como acabamos de ver, para el siglo IV a. C. todo el cinturón herboso que atraviesa el continente euroasiático, y que conocemos como estepa, ya estaba habitado por poblaciones de pastores nómadas que influirían de manera significativa en la vida de los habitantes de las civilizaciones sedentarias vecinas, durante casi dos milenios.

El nuevo estilo de vida nómada nacido a comienzos del I milenio a. C. se mantendrá inalterado, en su esencia, hasta la actualidad, y presenta un notable grado de continuidad cultural, que justifica la utilización de la expresión «civilización de la estepa» para referirse a todos los grupos de pastores nómadas que en ella habitan o han habitado.

EL MEDIO FÍSICO: LA ESTEPA

Cuando hablamos de estepa, todos pensamos inmediatamente en una vasta llanura cubierta de hierba que parece no tener límites. Aunque, a veces, se utiliza el término estepa para hablar de otras grandes extensiones de hierba, como las praderas norteamericanas, las pampas sudamericanas o el veld surafricano, nosotros lo limitaremos en este libro a la gran extensión de pastos que atraviesa transversalmente el continente euroasiático.

El término castellano estepa proviene del ruso stepj, palabra que significa ‘desierto’, en el sentido de terreno no cultivado ni arbolado. En realidad, la estepa euroasiática es una franja de unos 8.000 km de extensión y de una anchura media de unos 400 km que se extiende, interrumpida únicamente por las cordilleras de los Cárpatos y del Altai, desde la llanura húngara hasta Manchuria, siguiendo la línea del paralelo15. Al norte, limita con los bosques subárticos de la taiga; y al sur, con toda una serie de desiertos como el Karakum, en el actual Turkmenistán, el Kizilkum, en Uzbekistán, el Taklamakán, en el Xinjiang chino y el desierto del Gobi, en el sur de Mongolia.

Las estepas atraviesan Eurasia de manera transversal como una autopista de hierba que favorece el movimiento de los pastores nómadas. Estos movimientos se han producido históricamente desde el este al oeste, y no al revés, posiblemente debido al clima más suave del extremo occidental de la estepa.

En conjunto, la estepa se caracteriza por estar cubierta por un manto vegetal de hierbas altas, y por un clima continental semiárido de veranos calurosos e inviernos fríos y secos; pero puede subdividirse en tres zonas diferenciadas.

En el centro de esta franja, se encuentra la estepa herbosa, que, desde la llanura húngara y la desembocadura del Danubio, pasa por el sur de Ucrania y Rusia, el Cáucaso Norte, el norte de Kazajistán, zonas del este y centro de Mongolia y, finalmente, llega a Manchuria. En este tramo final, la estepa «gira» 90º y penetra en el norte de China, en lo que se conoce como estepa del Ordos. El clima en invierno es muy frío, con temperaturas medias en el mes de enero que oscilan entre los -12 y los -24 ºC, aunque la estepa europea, con una tem peratura media para ese mismo mes de -6 ºC, es más «cálida», mientras que la mongola sufre una media de -27...